lunes, 8 de marzo de 2010


Desde siempre he pensado que los seres queridos que se van de nuestro lado para siempre, siguen de alguna manera, intercediendo por nosotros, ayudándonos lo que pueden, desde ese paraíso que habitan.
Siguen intentando que nuestra vida sea un poco mejor, simplemente porque nos quieren, y nunca nos dejaran solos en este Valle de Lágrimas.
Pero he llegado a una conclusión, (Un poco triste para mi) Y ahora pienso que eso no puede ser así.
Si ese Paraíso en el que ahora están, es ese lugar lleno de paz, y de amor, de tranquilidad y de sosiego, de descanso y de armonía, de risas y de buenos sentimientos, de belleza y de luz. Si ese lugar es así, es imposible que puedan mirar a la tierra y ver todo lo que nos pasa, porque entonces jamas conseguirían ser felices, ni podrían estar tranquilos, ni tampoco encontrarían un minuto de paz y de sosiego. Si no, todo lo contrario, seguro que se pasarían el día llorando al ver lo infelices que somos, las cosas tan terribles que hacemos. Sufrirían cuando caemos enfermos, sufrirían por nuestra falta de amor, por nuestra falta de generosidad, por nuestro egoísmo.
Lo pasarían muy mal, cuando nos vieran hacer cosas, que nos apartan de ese Paraíso que ahora ellos habitan.
Sí, definitivamente creo que todo el que entra en el Cielo, tiene prohibido mirar para la Tierra.
Solo Dios puede tener esa fuerza y ese aguante, solo Él puede estar ahí para nosotros, escuchando nuestras oraciones y nuestras suplicas. Solo Él puede puede sufrir por nosotros, y sigue confiando en nosotros, y nos sigue perdonando y queriendo. solo Él tiene un corazón lo bastante grande y fuerte, como para asimilar tanta desdicha, tanta maldad, tanta envidia, y tanta falta de Amor.
Desde hoy intentare ser mejor persona, para que así, su carga no sea tan pesada, y su sufrimiento pueda ser más llevadero.
Desde hoy intentare ayudar a otros a cargar con sus cruces, para poder así, aliviar el peso de la Cruz que el lleva por todos nosotros.
Desde hoy sonreiré más, tendré más paciencia con mi madre, intentare escuchar más y hablar menos. Me acercaré al que sufre para que no se sienta solo.
Sí, mientras los días transcurren y nos acercan a la Semana de Pasión, yo me hago el propósito de acercarme a su Cruz, para que sobre todo, no se sienta tan solo.
isabel agundez jacobo

2 comentarios:

Cris dijo...

no te olvides de que ven tanto lo malo como lo bueno, por ejemplo tu cara de felicidad cuando tu nieto te sonrie o cuando tus hijos que estan fuera te llaman o van a tu casa. La felicidad que siente tu sobrina riojana cuando lee tus escritos o habla contigo,...

Miguel Vivas dijo...

Hola amiga, ya te había visitado en otra ocasión... Enhorabuena por tu blog, y gracias por el interés hacia mi libro; espero conocerte pronto en persona. Un beso