lunes, 4 de febrero de 2008

CONFIÉMOS

Esta historia me ha llegado a traves de uno de mis hijos, pero no sé quien la ha escrito...

Segun este autor, la alabanza y la acción de gracias a Dios nace de la confianza absoluta en Aquel que guia nuestra vida y sabe mejor que nosotros cuanto crecimiento personal nos traerán los distintos acontecimientos de nuestra vida, tanto los que consideramos beneficiosos como los que, a primera vista creemos perjudiciales. Porque hasta los hechos que nos duelen o nos desconciertan tienen su porqué, y Dios lo sabe bien aunque nosotros no lo veamos claro; un cuento nos ilustra esto:

Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para consolarlo en su desgracia, el labrador les replicó; "¿Mala suerte? ¿Buena suerte? !Quien sabe...! Una semana despues el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos. entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondió "¿Buena suerte? ¿Mala suerte? !Quien sabe...! Cuando el hijo del labrador intento domar a uno de los caballos salvajes, se cayó y se rompió una pierna. todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador quien se limito a decir: ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? !Quien sabe...! Una semana despues el ejercito entró en el poblado y fueron reclutando a todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota lo dejaron tranquilo. ¿Habia sido buena suerte? ?Mala suerte? !Quien sabe...!"

Asi pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena o mala suerte y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le amamos (S 141-142

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